NET. ART

 

 EL NET.ART

 

 

En los años ochenta y principios de los noventa, paralelamente al desarrollo técnico de Internet, el mundo de la cultura, no sólo en Europa o Estados Unidos sino también en América Latina, Asia o África, descubrió las potencialidades de las redes telemáticas.

El net.art es un fenómeno artístico sumamente reciente, el cual surge en la década de los 90, paralelamente al periodo de mayor crecimiento de la Internet. A pesar de su corta vida, el net.art ha desarrollado ya una serie de características que nos permiten hablar de la emergencia de una nueva forma artística. Sin embargo, aún no tenemos claro exactamente ante qué tipo de manifestación artística nos encontramos. Atravesamos un periodo de transición en el cual tanto los artistas como las instituciones ensayan nuevas formas de apropiarse de dicha manifestación. Es decir, hablamos de un fenómeno en constante cambio. Por lo mismo debemos aceptar que, muy probablemente, las teorías y conceptos acuñados en los años recientes sean de un carácter transitorio.

En general, los objetivos principales de este tipo de proyectos eran plantear nuevas formas de interacción a distancia y generar espacios virtuales que pudiesen servir como plataforma para la creación de obras artísticas, muchas de ellas con fuerte acento social, en las que los usuarios desempeñaban un papel fundamental. Por ejemplo, Electronic Cafe International, el evento socio-artístico creado por Galloway y Rabinowitz tenía por objeto potenciar el encuentro y el diálogo tanto entre personas físicamente remotas mediante la teleconferencia, como entre los grupos que suelen reunirse en los cafés de barrio. El proyecto puede ser considerado el primer prototipo del hoy tan difundido modelo comercial del Internet-café.

 

La posibilidad de interactividad, la superación de las fronteras geográficas físicas a través de la conexión a escala global (espacio inmaterial o hiperespacio) y la viabilidad de generar ubicuidad y telepresencia (cuerpo virtual) se convirtieron en rasgos propios del mundo virtual en red. Cibercultura, ciberpunk, cyborg, cibercapitalismo, cibercity, ciberfeminismo y una serie de otras derivaciones pasaron a formar parte del vocabulario cotidiano de la red.

La “netcultura” implicó también procesos específicos. Entre otros, la “colonización” del ciberespacio generó una segmentación entre el mundo institucional, la esfera política, los intereses corporativos, los intereses privados y la contracultura. No obstante, a pesar de la diversidad de intereses, en la primera etapa de implantación, todos compartían, en general, un gran optimismo (en algunos casos, dejándose llevar por una torpe ingenuidad) respecto al enorme potencial considerado democratizante y emancipador de la red.

Desde sus inicios, el net art ha adoptado una postura crítica hacia las estructuras tradicionales del mundo del arte y se ha mantenido alejado del mercado y el contexto de las galerías. No obstante, a lo largo de la última década, numerosos artistas han buscado modelos para vender sus obras u obtener una rentabilidad económica de estas, por medio de iniciativas propias o en colaboración con galerías y coleccionistas. En este artículo se examinan diversas estrategias de venta de obras de net art desarrolladas por artistas, galeristas y colectivos que han afrontado las limitaciones de los métodos tradicionales del mercado del arte, basados en la escasez y la exclusividad, ante un tipo de obras libremente accesibles en internet, que existen tan solo en el intercambio de datos entre dos máquinas. Los ejemplos analizados permiten, en última instancia, examinar las dinámicas actuales del mercado del arte, así como vislumbrar posibles alternativas, más cercanas a las formas en que se reciben y se consumen las prácticas artísticas actuales.

1.    Estrategias de venta de obras de net art

A lo largo de más de una década, tanto artistas como galeristas han desarrollado diversas soluciones para la venta de obras de net art, ajustadas a situaciones u obras específicas. Estas se describen a continuación como estrategias, dado su carácter experimental y la resolución parcial de los problemas que le plantean las obras de net art al mercado del arte.

 

1.1.       Transferencia

Una transacción comercial se realiza habitualmente por medio de un intercambio. En el mercado del arte, la mayoría de las veces se intercambia un objeto por una determinada suma de dinero. En el ámbito del net art, las primeras formas de adquisición de una obra son transferencias de archivos de un servidor a otro, o bien de titularidad de un dominio o sitio web. Como hemos comentado, la venta de la obra de Olia Lialina If You Want to Clean Your Screen (1998) se cerró con un apretón de manos y la transferencia de los archivos al servidor web de entropy8zuper.org. A finales de la década de 1990 y principios de la década del presente siglo, el interés de museos y centros de arte por el net art se tradujo también en transferencias de archivos y piezas encargadas para los sitios web de las instituciones.

 

 


 

1.2.       Acceso permanente

Si bien la transferencia de archivos o de titularidad al comprador (en las diversas formas comentadas) es la primera y más habitual forma de vender una obra de net art, no es la única estrategia que se ha desarrollado en la última década. En abril de 2002, el artista Mark Napier presentó en la galería Bitforms de Nueva York la obra The Waiting Room,10 un espacio virtual compartido al que se accede a través de Internet. Con el aspecto de una pintura abstracta, la obra en línea de Napier permite a un máximo de cincuenta usuarios modificar la composición con un clic, generando formas nuevas, muros, sombras o luces que transforman el espacio. Cada vez que un usuario introduce una modificación, esta se refleja en las pantallas de todos los demás, de tal manera que todos ellos participan en lo que Napier define como «una pintura en movimiento». La obra se presenta en una pantalla junto a una peana que esconde un ordenador, sobre la que se coloca un ratón que permite interactuar con la pieza. Tal como indica el artista, se propone visualizarla de forma similar a una pintura o cualquier otra composición visual enmarcada, con el factor añadido de ser una obra de software en línea que cambia de aspecto con cada interacción de alguno de sus compradores

 

 

1.3.       Pago por visión

 Si bien a lo largo de más de una década la práctica del net art se ha mantenido fiel al principio de libre acceso a la obra, modelos como el que ejemplifica la creación de Mark Napier indican la posibilidad de comercializar una obra en línea por medio de un acceso exclusivo y controlado, gestionado por una galería en el marco del mercado del arte. En My Country is a Living Room (2011),13 Carlo Zanni desarrolla un modelo que también se basa en un acceso restringido, pero no se limita al «círculo de los supercoleccionistas», según lo describe el artista (Waelder, 2012, pág. 46). La obra consiste en un poema generado automáticamente por medio de la herramienta Google Scribe: el artista introdujo una palabra (o algunas letras) al inicio de cada estrofa y dejó que el programa completase el poema empleando un algoritmo que sugiere de forma automática la palabra más comúnmente empleada junto a la que se acaba de introducir. De esta manera, el poema generó ciento once versiones desde que fue creado en 2011 hasta agosto de 2012, momento en que Google cerró el acceso a Scribe. Durante este tiempo, Zanni ofreció la posibilidad de acceder a la obra por medio de un sistema de pago por visión: el sitio web que aloja la obra solicita al usuario que se registre y, a continuación, le ofrece diversas modalidades de pago en función del tiempo de acceso (pase diario por 0,99 €; 3 días por 2,50 €; una semana por 4,99 €; o bien una suscripción de 10 días por 6,99 €, que se renueva automáticamente).

 

1.4.       Obra derivada

Diversas obras de net art de Carlo Zanni tienen la particularidad de generar automáticamente versiones de sí mismas en función de una serie de datos recopilados diariamente, lo cual permite tratarlas como ediciones. El artista afirma que «tienen al mismo tiempo las características de una pieza única y de una edición» (Waelder, 2012, pág. 46). Y, de hecho, esto le permite vender estas versiones individualmente o en grupos (por ejemplo, todos los archivos generados en un mes). De este modo se crean diversos niveles de precio. Zanni también ha creado objetos inspirados en el contenido de una pieza de net art, como es el caso de My Temporary Visiting Position from the Sunset Terrace Bar (2007-2008),14 un cortometraje que combina un vídeo y la captura en tiempo real de una cámara web. En 2010, el artista elaboró una escultura que hace referencia al vídeo, y al mismo tiempo aloja en su interior un reproductor y un diminuto proyector que muestran la obra. La obra intangible, que solo podía verse en internet, se convierte así en un objeto, que a su vez sirve de soporte para visualizar la obra. De manera similar a Altarboy (2003), Zanni consigue equilibrar el objeto físico y la obra en línea, si bien en este caso lo que se observa son las versiones almacenadas de la pieza original. Muchos artistas han adoptado esta estrategia para vender obras derivadas de un proyecto realizado en internet: por ejemplo, se pueden adquirir vídeos en edición limitada de acciones llevadas a cabo por los artistas Eva y Franco Mattes en entornos virtuales en línea, como Freedom (2010)15 y Reenactments (2007-2010),16 o impresiones de elementos gráficos extraídos de proyectos de artivismo del colectivo Ubermorgen, como [V]ote-Auction (2000).17 Esta práctica no es ajena al mercado del arte contemporáneo, que habitualmente comercializa objetos vinculados a performances, instalaciones e intervenciones efímeras. Por ejemplo, las obras de artistas como Marina Abramovic, Christo o Matthew Barney que se comercializan en el mercado son, sobre todo, fotografías, documentos o dibujos preparatorios de sus acciones, vídeos e instalaciones. Con todo, en las obras realizadas en Internet habitualmente se mantiene el acceso libre a la obra original (o a la documentación de una acción), mientras que las piezas derivadas se venden a coleccionistas en ediciones limitadas. De forma un tanto paradójica, el proyecto o la acción original no puede venderse, y en muchos casos debe permanecer públicamente accesible para dar valor a las obras derivadas, que se mueven en un circuito controlado y exclusivo.

1.5.       Patronazgo

 En diciembre de 2011, Eleanor Hanson Wise y Oliver Wise, fundadores del servicio de compra de arte por suscripción The Present Group,18 lanzaron Art Micro Patronage (AMP),19 una plataforma en línea de exposición y patronazgo de obras de arte digital. El sitio web presentaba cada mes una muestra comisariada que podía verse de forma gratuita durante un periodo limitado, de manera similar a las exposiciones temporales en museos o galerías de arte. Los visitantes podían ver las obras individualmente y realizar una aportación económica (entre 50 céntimos y 20 dólares). Dicha aportación se realizaba como un patronazgo, como una forma de apoyo desinteresado que no implicaba ningún derecho de adquisición. La interfaz de AMP incluía en la parte inferior de la pantalla una serie de botones que reflejaban las cantidades que se podían aportar. Tras ver las obras expuestas, el visitante procedía a pagar la suma de las aportaciones que realizaba y pasaba a formar parte de una lista pública de «patronos» en la que se mostraba el dinero que había donado y los nombres de los artistas que habían recibido las cantidades más elevadas

 

 Tutoría No. 4

De acuerdo a la actividad propuesta por los expositores en el enlace http://paintonline.editaraudio.com/ se realizó ejercicio exploratorio de la herramienta



CONCLUSIONES

El Net Art, es el producto de una revolución cibernética.  Así como llegaron las vanguardias artísticas en el siglo XX  a raíz de la necesidad que tuvieron los artistas de avanzar y salir del estancamiento producto de una gran revolución de la insdustria y la ciencia, igualmente aproximadamente a mediados del siglo XX los artistas en su búsqueda incansable de explorar nuevas formas de hacer arte consiguieron hacer sus primeras pruebasapoyándose en  telemática. Años más tarde y  gracias a la revolución informática y las telecomunicaciones llega en los 90 la popularización del la Internet generando todo un mundo de nuevas posibildades  en el campo del arte, es así como se concibe que Net Art. es todo ejercicio artistico que se produzca empleando elementos del y para internet.

 

REFERENCIAS

http://www.revista.unam.mx/vol.6/num10/art98/int98.htm

https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/32824

https://www.digitalartarchive.at/fileadmin/user_upload/Virtualart/PDF/521_2015-7045-2-PB.pdf

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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